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¿Vivieron felices para siempre?

Actualizado: 25 oct 2020


"Se acabaron las atenciones. Se acabaron los detalles.¿Se acabó el amor?"


LA PRINCESA

Allí está otra vez mi príncipe leyendo esa carta, quien sabe que persona se la escribió. Él sonríe, me mira y se le acaba la sonrisa. ¡Que iras que me da!, si tan solo supiera como me siento cada vez que lo hace, talvez le escribe alguna doncella de otro reino lejano, o talvez esa prima que tiene, que con el cuento que es su familia le toma de la mano cada vez que le doy la espalda, ella cree que me engaña pero se claramente cuáles son sus intenciones con mi esposo, lo peor de todo es que no puedo preguntar quién le roba sonrisas con esas cartas porque va a pasar lo de siempre, ¡se ofende el señorito!, ya lo escucho decirme: ¡no seas celosa!, ah claro para él es fácil tacharme de celosa, pero fácilmente se le olvida como me tiene recluida en el castillo, no me da permiso de salir, hasta me prohibió el contacto con mis amigos los enanos,! ¡Vaya! esos no le hacen mal a nadie, solo se la pasaban cantando, además el me conoció así, ¡no es justo todo lo que me pasa!, el tiempo ha transcurrido y ha dejado una huella dolorosa en nuestro matrimonio, atrás quedaron las grandes ceremonias en el castillo, el baile, la fiesta, las canciones, las caras felices de nuestros amigos ya no están.

Él no se preocupa por enamorarme de nuevo, no se ejercita, ha engordado, por más que yo trato de caminar a diario por el castillo para ejercitarme y estar en forma aunque para mi cada vez es más difícil, después de tener dos hijos, han hecho mella en mi cuerpo y en mi tiempo, las energías tampoco son las mismas como en otrora tiempos más felices, mi lucha ya no es con alguna bruja malvada que quiere acabar conmigo, ahora es con la persona a la que amo, no me mira como antes, ve en mí solo a la madre de sus herederos y no a la mujer que tiempo atrás le robo el corazón y que con un beso la libero del hechizo impuesto por la manzana comida, ahora cuando le digo te amo solo me mira, pone esa cara de tonto que tanto odio, no se si no me ama o es muy cobarde para decirlo, ¿si amas a alguien por qué no decírselo?, sus palabras ya no son las de antes, no hay más “mi amor” ni “querida”, ahora solo me dice: ¿Qué hay para cenar? O ¡Cállalo al niño que está gritando! Mis hijos muy poco lo ven, antes le pedían jugar ahora ya no lo hacen, ya saben cuál es la respuesta, me da mucha angustia por los pequeñines. Pensaba que él era mi media naranja, todos los pensaban en el reino, ¡Qué equivocada estuve!

Las arrugas en mi cara aparecieron para no irse, hay estrías en mi vientre, me estoy volviendo vieja. A veces me entran ganas de ir donde el espejito a preguntarle quien es la más bonita. Temo de su respuesta.

Mi padre, el rey, desde niña me enseñó como se debía tratar a una princesa, sus enseñanzas no las he olvidado y así es como me debería tratar mi príncipe no merezco menos que eso, lastimosamente el rey cayó enfermo hace varios años, perdió el habla y quedo postrado en una cama casi en estado vegetal, era la única persona que al principio de todos los problemas me daba ánimos para seguir en la lucha, ahora ya no tengo ni su voz de aliento para poder seguir. Me deprime demasiado verlo así por eso decidí dejar de ir a verlo. En lugar de eso me refugio en mis hijos, esperando que algún día se mejore, pero nunca sucede.

Mi príncipe que en otras ocasiones era capaz de pelear con dragones con tal de estar conmigo ahora deja alzada la tapa del escusado y no se le ocurre lavar ni un plato, aunque su vida dependiera de ello.

Se acabaron las atenciones.

Se acabaron los detalles.

¿Se acabó el amor?

Llega la noche me pongo muy hermosa para estar con él, uso mi ropa más provocativa, mi príncipe llega con cara de fastidiado se acuesta al lado mío se da media vuelta y me dice: Que descanses hasta mañana. Mi corazón vuelve a romperse.

Pero hoy todo va ser diferente, lo abandonare no permitiré más esta humillación. Me iré con mis hijos a otro reino. Yo soy una princesa, no merezco esto. Merezco un príncipe que día a día esté dispuesta a pelear con dragones y brujas por mi amor, necesito una persona para la cual yo sea su mayor prioridad, que no tenga ojos para nadie más, que día a día me enamore más y más con sus atenciones y que de su vida por mí.

Merezco ser la princesa del cuento con un verdadero final feliz…

EL PRINCIPE

No la estoy viendo pero estoy segurísimo que me está mirando, ella simula que está acomodando la mesa para cenar, pero se bien que está a la expectativa de quien me escribe la carta, ya no puedo ni sonreír cuando me escriben algo gracioso porque tengo en sentimiento de culpa para con ella, a veces tengo tentación de decirle que el que me escribe es mi mejor amigo a contarme muchas de sus anécdotas de su vivencia en ese nuevo reino al cual decidió marcharse, me cuenta tantas cosas interesantes y la forma de contarlo me resulta cómica, la verdad son de esos minutos que me alegran el día y odio tener que reprimir mi sonrisa por complacencia a “su majestad”. He intentado ponerla en su lugar cada vez que me arma una escena de celos, el último gran conflicto que tuvimos fue con mi prima, ella se crio conmigo es como mi hermana toda la vida nos ayudamos mutuamente ahora ya casi no la puedo ver a causa de la ultima cena familiar que tuvimos, prácticamente la princesa la hecho del castillo solo porque me abrazo, no sé qué pasa por su cabeza, o que idea retorcida tiene del amor. Sus celos son descabellados, ¡yo debería sentir celos!, toda su vida vivió diciéndome que los enanos eran solo sus amigos para luego enterarme por el bufón del castillo que había tenido un breve romance con uno de ellos… mmm ese enanito no había sido tan “tontín” después de todo, debe dar gracias que fui un caballero y diplomáticamente corte esas amistades que no la llevarían a nada bueno. Otro príncipe en mi lugar la hubiera abandonado sin pensárselo dos veces por semejante humillación.

Constantemente me recuerda que ella bien podría buscarse otro príncipe y ser feliz, no sabe que a mí también me sonríen doncellas hermosas, y si yo quisiera también podría irme con una de ellas, ¡pero no! ¡aquí estoy! He sido fiel a ella y se atreve a decirme que no la valoro.

Ella dice que me ama, me lo repite mucho, el gran problema es que me lo dice esperando que le repita lo mismo, yo creo que si amas a alguien de verdad se vuelve más imperante demostrarlo que decirlo, ¿qué mejor forma de demostrarle mi amor puedo darle? Su padre hace varios años cayó enfermo, me toco a mi asumir todas sus funciones, soy el responsable de mantener este reino produciendo, debo atender diariamente problemas de estado, tomar decisiones importantes , velar por mis súbditos, a causa de todo esto he perdido tiempo para ejercitarme, he engordado mucho y he perdido parte de mi cabello, pero todo esto lo he asumido con honor no lo he hecho por mí, lo he hecho por amor a ella, porque se lo que este reino significa para ella y para su padre.

Le he pedido repetidamente que visite a su padre, él está en estado vegetativo, pero el rey si puede escucharla, le he insistido muchas veces que vaya a verlo y solo pone ella excusas, que los niños esto o que los niños aquello, me da lástima por el rey, mientras él podía valerse por si mismo ella lo visitaba a diario y hablaba con él, le pedía consejos constantemente, pero solo basto esta enfermedad repentina para olvidarse de él, ¿qué hija hace eso? A pesar de eso la he entendido y me he tragado mis palabras, esperando que en algún momento ella se dé cuenta que en mi tolerancia a su mal proceder y en mi comprensión a lo que ella es radica mi amor y no en palabras.

Constantemente me lanza indirectas. El marido de esta o de aquella se da tiempo para ejercitarse, que bien se lo ve. ¿Con que tiempo me ejercito? El día no alcanza, casi no veo a mis hijos, cuando quiero jugar con ellos siento un cansancio inmenso, las fuerzas no me dan, lo peor es que llega la noche cuando solo quiero irme a dormir y ella empieza sus insinuaciones románticas, siempre que puedo trato de darle su tiempo pero hay veces que estoy tan cansado que lo único que deseo es dormir, ella me dice: ¡no te creo! Debes haber estado con alguna de esas “doncellitas” y por eso no quieres estar conmigo, ¡mentiroso!... ¿Mentiroso yo? Mentiroso el narrador del cuento que se atrevió a decir: “y vivieron felices para siempre” ¿qué sabia él? ¿Tenía una bola de cristal? O simplemente dijo lo que la gente quería escuchar, y nos dejó a nosotros solo lidiando con esta situación.

Anoche fue una de “esas noches” donde ella se puso muy bonita para mi quiso intimidad, pero ya estaba demasiado cansado, esta vez no me dijo nada, pero la conozco sé que se las tiene guardadas y para el día de hoy ha solicitado hablar conmigo de un tema muy importante, me parece entender para donde va todo esto, si ella decide irse no la detendré a veces es mejor dejar que las cosas pasen y tomar camino hacia otro lado.

¿Lo que ella siente es amor verdadero o dependencia? Esto me lo pregunto a diario y nunca obtengo respuesta. Si el amor tuviera voz que diría de todo esto.

EL AMOR

Querida princesa,

Estas pidiendo a gritos que tu príncipe te demuestre el amor que tú dices merecer. El amor que realmente mereces es tu amor propio, debes… o mejor dicho estas obligada a amarte a ti primero, llenar tus vacíos internos, ¿Cómo llenas esos vacíos? En primer lugar, debes conocerte a ti misma, estar en contacto con tu ser, debes amar tu compañía en lugar de añorar que otros te acompañen, antes de aprender debes olvidar… olvidar el ego, olvidar que eres una princesa. Creerte superior a los demás no te llevara a ninguna parte, eres un ser humano igualmente importante como los que te rodean, acéptate tal como eres, con errores y virtudes. Ama tus errores, si no lo haces empezaras a odiar los errores en otros. Amate con arrugas, con estrías, con dudas y con certezas. No puedes darle amor a nadie si no te amas a ti misma.

¿Tu padre te enseñó como se trata a una princesa? No te confundas, nunca será igual el amor de un padre hacia su hija en comparación a el amor de dos esposos. El amor entre un padre y un hijo puede llegar a ser “un amor fácil” si lo viéramos desde otro punto de vista, ya que este lo ama porque es “su” padre y él es “su” hijo, encuentran en el sentido de la propiedad las razones para amar. ¿Por qué no amar a un ser que no es familia tuya? ¿Por qué no amar a una persona que apenas conoces? ¿Por qué no amar al que te hizo daño? ¡Ahí está el verdadero reto del amor!


¿Celos? ¿Qué ganas con ello? Si tu príncipe quiere estar con otra doncella buscara la forma de hacerlo, la fidelidad de el hacia ti y viceversa se dará en la medida que el verdadero amor surja entre los dos.

Dices que pensabas que él era tu media naranja, ¡eso no existe! Eres una fruta completa no necesitas de nadie que te complemente, amate verdaderamente y serás feliz, luego de eso comparte ese amor verdadero y la felicidad plena con alguien más. Así realmente harás feliz al otro... y no esperaras que el te haga feliz a ti.

El amor es dar sin esperar recibir nada a cambio, si dices a alguien que lo amas hazlo desde tu verdadera esencia, díselo porque esperas de corazón alegrarlo con esas palabras, pero no lo digas porque necesitas que te responda lo mismo, eso no es amor, es necesidad. Si das amor esperando algo de vuelta no lo estas entregando desde tu verdadera esencia, por ejemplo, hay un padre enfermo sin poderse mover postrado en una cama que sigue dándole amor a su hija a pesar de que esta no lo ha ido a visitar en años. El no espera nada de ella, solo espera que ella sea feliz.

¿Quieres un cuento con final feliz? .O quieres ser feliz sin tanto cuento? Busca muy dentro de ti ese amor que tienes escondido bajo el ego, los pretextos, los celos, los prejuicios, las excusas y el rencor, busca muy debajo de todo eso y hallaras el amor verdadero… y este te dará el final que buscas.

Querido príncipe,

Piensas que demuestras amor porque cuidas del reino y ejerces las labores del rey, ¿Quién te lo pidió? ¿Crees que todas las labores que haces significa más para ella que tu presencia? ¿Se lo preguntaste alguna vez si quiera?

Te auto pusiste una cruz la cual se te vuelve insostenible de seguir cargando y te está pasando factura en tu salud y tu relación conyugal. Que te vas a responder cuando seas un anciano en tu lecho de muerte y te preguntes ¿a donde se fue mi vida?

!El amor verdadero no juzga!... emites juicios de valor contra tu esposa, internamente la criticas por no ir a ver a su padre enfermo, ¿porque en vez de criticar no intercedes de otra forma para hacerla entrar en razón sin herir sus sentimientos?

El amor es comprensión, si recibes indirectas sobre tu estado de salud intenta tomar lo mejor de ellas, sin juzgar, probablemente si necesitas hacer un cambio en tu dieta y empezar a hacer ejercicio.

Y si quieres demostrar que la amas sin palabras busca una forma más sustancial de demostrárselo y no solo victimizándote por la vida que te toco tener.

La gran mentira de la vida radica en pensar que el amor existe solo en una relación familiar o entre parejas o entre amigos, hay amor en todas partes solo hay que buscar bien y encontrarlo.

Podríamos encontrar amor verdadero:

En el cantar de los pájaros.

En la sonrisa sincera de un niño.

En la caída de las hojas de un árbol…

¿Dónde nunca encontraremos amor verdadero?

En un absurdo cuento de Disney…




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